sábado, 25 de mayo de 2013

Quiéreme entera... (Dulce María Loynaz)


Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!

si me quieres, no me recortes:
¡quiéreme toda... o no me quieras!

Vergüenza (Gabriela Mistral)


Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa 

como la hierba a que bajó el rocío, 
y desconocerán mi faz gloriosa 
las altas cañas cuando baje al río.

Tengo vergüenza de mi boca triste, 

de mi voz rota y mis rodillas rudas; 
ahora que me miraste y que viniste, 
me encontré pobre y me palpé desnuda.

Ninguna piedra en el camino hallaste 

más desnuda de luz en la alborada 
que esta mujer a la que levantaste, 
porque oíste su canto, la mirada.

Yo callaré para que no conozcan 

mi dicha los que pasan por el llano, 
en el fulgor que da a mi frente tosca 
en la tremolación que hay en mi mano...

Es noche y baja a la hierba el rocío; 

mírame largo y habla con ternura, 
¡que ya mañana al descender al río 
lo que besaste llevará hermosura!